El Guancasco, en la etapa de lucha entre los capitanes moro y cristiano. Foto│Luca Migliori, 2010. |
YONNY RODRÍGUEZ │ Estelí
El sábado 14 se puso en marcha la Feria Tradicional de Ojojona en honor del
mártir san Sebastián, una de las dos festividades anuales que posee el pueblo
y en cuya celebración pobladores de Lepaterique llegan a visitarlo.
Sin duda, esta actividad posee mayor nivel cultural respecto de la
de san Juan Bautista que se realiza en el mes de junio, y es que ambos
pueblos montan una serie de manifestaciones religiosas, empezando por las
largas caminatas con las imágenes de sus patronos en hombros de los fieles y
creyentes.
Fiel a la tradición, san Sebastián
saldrá el miércoles a las diez de la mañana de Ojojona con rumbo a la comunidad
de Surcos de Caña, posteriormente, al caer la noche, se realizará una velada en
el famoso Rancho del Chilate.
Por la mañana, la corporación
municipal junto con jinetes del pueblo saldrá hasta la Cruz de Cofradía para
recibir la imagen de san Sebastián, luego ambas
comitivas tendrán un almuerzo campestre y un brindis con chilate y rosquillas
en miel en el Rancho.
Después, ambas imágenes saldrán
cargadas en procesión hasta arribar al Centro Histórico de Ojojona, donde serán
recibidas por moradores y turistas y a continuación se realizará el legendario
juego de banderas.
Aquí es cuando se hace el traspaso de
mando simbólico al municipio de Lepaterique, es decir, se le entregan las
llaves del pueblo. Al día siguiente se despedirá a los huéspedes y la
festividad tradicional se prolongará hasta el domingo con actividades menores.
El
Guancasco o Paisanazgo es otra actividad importante y es la representación más
fidedigna de la hermandad entre ambos pueblos, El baile se efectúa inmediatamente después del juego de banderas. Este
año se programó el jueves 19 de enero a las 3:00 p.m.
Este Guancasco entre Ojojona y
Lepaterique supera los doscientos años de existencia y en particular se divide
en tres bailes: el Guancasco como tal, donde moros y cristianos se enfrentan; este
da pie al baile del caballito y enseguida, el baile del zopilote.
Entonces, como se expresó al inicio,
estas manifestaciones poseen en sí más relevancia, pues contienen la esencia de
lo que Ojojona es, un municipio cargado de cultura e historia.