YONNY RODRÍGUEZ | Tegucigalpa
Las apariencias engañan, en absoluto. Mientras se realizaba el
Campeonato Nacional de Barismo, un colega me preguntó quién era la muchachita de
negro, naranja y blanco que estaba por la puerta del salón. Le contesté que no
la conocía.
La ganadora blande el trofeo que la acredita como ganadora del VII Campeonato Nacional de Barismo. |
Más tarde, después de una reñida y emocionante final, los jueces coronaron campeona a Juana María Portillo Romero, barista líder de Café Capucas. Allí confirmé que grandeza y destreza no se miden conforme prejuicios.
Antes de este éxito, me acerqué a ella, y a propósito de su labor
en una de las actividades más socializadoras del mundo, conversamos sobre
algunos aspectos de su vida y de su profesión.
¿Quién es Mary
Portillo?
Soy una joven que ama a Dios y busca hacer su voluntad. Soy
dinámica y apasionada por lo que hago, siempre busco el lado positivo de lo que
pasa a mi alrededor; me encanta colaborar con el que necesite mi ayuda y me identifico
con la gente sencilla.
¿Que Occidente
sea productor de café influyó para que usted se hiciera barista?
Claro que sí, influyó mucho. En primer lugar por ser del mismo
lugar donde se produce el café, luego, por conocer y haber vivido todo el
proceso, sentirme identificada con su labor, saber que el café es uno de los
patrimonios más fuertes de mis padres y de toda mi familia y, sobre todo, saber
que justo en mi tierra se produce buen café; asimismo, conocer todo el proceso
hasta el pergamino seco fue otra de las cosas que me motivó. Además, Café Capucas, la empresa para la que trabajo y, por ende, la que represento, es una
cooperativa donde mi familia también es socia: es esfuerzo y trabajo de todos
para beneficio de todos.
¿Cómo ha
logrado desarrollar la sensibilidad de percibir el perfil de una taza de café?
Creo que además del amor y la pasión por el café, es muy
importante rodearse de gente conocedora del tema, personas que sean muy dadas a
enseñar o transmitir conocimientos y experiencias, por ejemplo, mi entrenadora
Lourdes Villeda, nuestra catadora Iris Alvarado y nuestro gerente general Omar
Rodríguez, quien nos ha apoyado incondicionalmente y siempre busca traer a Café
Capucas gente experta y diferentes organizaciones de otros países para que
crezcamos en conocimiento y desarrollemos la sensibilidad para disfrutar una
taza de café.
¿Cómo ha sido
su experiencia trabajando para Capucas?
La verdad nunca me imaginé que fuese tan interesante: de mucho
aprendizaje y crecimiento; conocer y compartir con tantas personas lindas dentro
y fuera de la empresa no tiene precio. Muy agradecida con Dios por llevarme
hacia Café Capucas, también con la empresa y con todo su equipo por permitirme formar
parte de tan prestigiosa empresa.
¿Cómo se siente
utilizar el café que se ha producido en las fincas de Capucas?
Pues, muy interesante, ya que también nos permite trabajar el café
desde que se fertiliza hasta que el grano está completamente maduro. Al momento
de demostrar o hacer una presentación con este café se siente mayor seguridad
porque uno ha vivido todo su proceso, lo conoce desde la plantación, conoce a
su productor y eso me hace estar más feliz, ser más apasionada y mucho más
segura.
¿A qué se
refiere cuando habla de seguridad?
A que cuando un barista está frente a la barra debe estar muy
pendiente de la calidad, eso le va a transmitir seguridad al cliente, así, al
servirle una taza de café, no es necesario ver su gesto, cómo reacciona, pues él
percibe la seguridad, la confianza con la que se le sirve su bebida, y otra
cosa, si está bien hecho, ¿por qué dudar? Es como una falta de respeto al café.
Hábleme del
World Coffee Championship que se realizará este año en Corea del Sur.
Creo que tenemos suficiente tiempo para hacer un buen trabajo.
Tenemos hasta noviembre para prepararnos. No es tiempo para confiarnos, para
estar tranquilas, sino para dar lo mejor, para tratar de extraer la mejor
expresión del café y buscar representar dignamente a Honduras, pues el café es
uno de sus patrimonios, también de la zona de Occidente, que es a la que represento a través de Café Capucas. Entonces vamos a entrenar fuerte, hacer buenos
preparativos, sobre todo, confiando en Dios que vamos a llegar lejos.
¿Qué significa
ser barista en Honduras, cómo ve la profesión en cinco años?
El barismo en Honduras es un reto porque en ocasiones no se cuenta ni
con el entrenamiento ni con el equipo adecuado, no obstante esto representa una
buena oportunidad, pues es algo que está creciendo rápidamente en Honduras. Dentro de cinco años veo la profesión
como algo muy avanzado, lleno de tecnología, con más posibilidades, con muchas
más personas involucradas en el área y mayor cantidad de gente productora de
café buscando cómo invertir, cómo capacitar su gente para poder demostrar la
calidad del café y poder servir una buena taza de café, sobre todo, respetando
la calidad con que el caficultor lo produce.
¿Qué otras habilidades
debe poseer una persona para ser barista profesional?
Pues, primero debe gustarle el café, lógicamente, puesto que es
algo de prueba y error: con frecuencia se prueban las bebidas ya que hay que
saber lo que se le sirve al cliente;
tener mucho deseo de superación y de aprender, saber aceptar los avances de la
tecnología y buscar aprenderlos, entre otras, actualizarse constantemente
porque este mundo va muy de la mano con la tecnología y si no se está actualizado,
pues, se queda con técnicas pasadas que, en su momento estuvieron bien, pero ahora
ya han sido superadas.
¿Usted provee
cursos o solo se dedica a su trabajo en Capucas?
Tenemos un proyecto de entrenamiento. En la actualidad hay mucha
gente capacitándose con nosotros. Nuestra propuesta va desde el curso básico
hasta diferentes niveles de art late.
Las personas deciden qué cursos tomar y nosotros nos acomodamos a su tiempo.
Además, los precios son más accesibles comparados con los de otras academias.
¿Cree que esta
profesión ha llegado donde debe o necesita más incentivo?
El barismo ha crecido en Honduras, pero necesita más interés de parte
de los que trabajamos en el área, asimismo, la profesión también necesita que
algunas instituciones o empresas inviertan más en la implementación de nuevas
tecnologías; sin embargo, vamos paso a paso, no podemos apresurarnos, querer
abarcar todo de un sola vez o intentar exigir demasiado.
Mencione temas
que se aprenden cuando se estudia barismo.
Hay muchos y no podré mencionarlos a cabalidad, pero el más
relevante al momento de estudiar barismo es la importancia de la calidad del
café especial. Se debe cuidar la calidad para cambiar la mentalidad del
consumidor. También están la importancia de las moliendas, los tipos de agua, los
tipos de leche que se utilizan porque estas pueden afectar. Es todo un mundo y
va desde que se selecciona la variedad de café y se deposita el grano al molino
hasta que se sirve en la taza.
¿Cree que va a
superar la actuación de Dublín este año, adónde aspira llegar esta vez?
Creo que cada año aprendemos más y superamos nuestro nivel, entonces
estaría muy bien mejorar la presentación, mejorar la imagen del país, y como siempre
he dicho, nadie compite para perder, así que vamos con todo, queda prepararnos de
la mejor manera, luego pasará lo que tenga que pasar porque Dios es quien siempre
tiene el control.
¿Tiene algo más
que agregar, alguna experiencia en particular en el mundo del café?