YONNY
RODRÍGUEZ | Ojojona
Ojojona
se yergue por encima de los demás pueblos de la región, inclusive sobre Tegucigalpa,
al elaborar sendas estructuras para quemar el 31 de diciembre al filo de la
medianoche.
Dende está listo para pronunciar el conjuro e invocar al gran Shen Long. Fotos | Noé Varela, Jeancarlo Aguilar. |
De
una parte, esta tradición tiene su germen a mediados de los ochenta cuando un grupo de amigos del barrio La Pesa
emprendió lo que hoy se ha difundido por seis de los quince barrios de la cabecera
municipal. De otra parte, es notable la dedicación y creatividad prestada a
cada uno de los monigotes.
En
este punto, es forzoso aclarar que los tradicionales nombres de “año viejo”, o el despectivo de “pichingo” no cuadran con las estructuras
delirantes y tenebrosas que se construyen en la periferia de Ojojona, los
mismos constructores se encargaron de
retorcerlos, caricaturizarlos y hacerlos arder de una vez por todas.
Si
hablamos de creatividad, estos varones reciclan todo lo susceptible de ser
usado. Si bien madera, clavos, suyate, periódico, zacate y almidón, entre otros,
forman parte de los insumos empleados, hay quienes ya han empezado a incorporar
piezas de barro, harina, esponja y hasta cartones de huevos. Todo es útil al momento de construir.
Para
esta temporada, incluso el cabello humano desechado en las barberías se agota,
pues también es utilizado para decorar algunos detalles.
El rey Escorpión se originó en los límites de El Calvario. |
Según
la complejidad de la forma elegida, los artistas tardan entre un mes y tres
meses en terminar una estructura. Hay quienes las hacen de manera individual, en
tanto otros trabajan en grupos de tres y cuatro personas.
Este
tipo de manifestaciones que se puede catalogar dentro de la “Cultura regional – Celebraciones especiales”,
ahora se ha expandido hasta algunos caseríos del municipio a fin de procurarles
ambiente a los vecinos.
En
este sentido, Bucentauro, quiere anunciar que en 2018 pretende impulsar un
desfile de monigotes en la Plaza Central de Ojojona. En el momento oportuno se
convocará a una reunión para informar las bases.
El recorrido
En
el barrio Españita está Shen Long, el dios Dragón o Dragón
divino, un personaje famosísimo que aparece en la serie de animé japonesa Dragon Ball, más conocida como Gokú. Sus dimensiones son tres metros de
alto por tres metros de ancho. Tiene detalles de escultura y pintura que
asombra hasta al más escéptico, es una fiel representación del original. Fue
elaborado por Walter Hernández con ayuda de Santos Braulio Hernández, Efraín
Castillo y Yuviny Valladares. Se exhibirá el 31 a partir de las 4 de la
madrugada.
En
la Poza del Banco hay dos monigotes. Uno es un centauro de un metro setenta de alto al que todavía le hacen
falta detalles como la cabeza y la pintura. El otro es el Duende Verde, villano de Marvel que lucha contra el Hombre Araña. Este
está a cargo de la familia Alonzo.
En
El Calvario también hay dos. El joven Árnold Gonzales casi tiene terminado un
imponente Rey Escorpión que alcanza
los dos metros cincuenta de altura. Tiene un acabado excelente, digno de no
someterlo a las llamas sino de conservarlo en un museo o casa de la cultura.
Asimismo,
a la altura del lugar conocido como Los Pitos se encuentra Azrael, un demonio que por poco llega a los tres metros de
altura, fornido y con alas. Con una mano sostendrá una macana de punzantes
clavos y con la otra un cráneo hecho de barro. Es elaborado por Erick González
y Gerardo Valladares.
Cabe
señalar que cada gestor de monigotes tiene su cosmovisión. Cada uno elabora estas estructuras a fin de suscitar
miedo o asombro en el público que las presencia. Cada artista se siente
orgulloso de su creación y, aunque no lo exprese abiertamente, existe cierta
competencia para imponerse sobre los demás, actitud que sin duda contribuye a
mejorar sus obras.
Esta
tradición es una verdadera fiesta donde abunda el color, la pirotecnia, el ruido, los
halagos, la música, la comida y hasta el piquete. Ha venido consolidándose
durante los últimos treinta años y de a poco se fija en el imaginario
colectivo. La aspiración es que el
pueblo se empodere de ella y la comparta para que llegue a más personas
dentro y fuera de la geografía ojojonense.
GALERÍA
Un centauro apareció en las alturas de la Poza del Banco. |
El Llano se reporta con un minotauro. |
Dante está listo en el Agua Dulce. |