Martha Canfield, poeta y crítica literaria
uruguaya radicada en Florencia, Italia, está de paso por Honduras, donde sirve
un conjunto de conferencias y recitales
a invitación del Taller de Poesía Alicanto.
Una parte de
las ponencias mencionadas ya se realizó en espacios como el Auditorio Juan
Lindo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH); en la Alianza
Francesa, donde dictó la conferencia “Las
voces masculinas en la literatura actual”; asimismo, este martes hubo su
participación en el Café Poético del Centro Cultural de España en Tegucigalpa
(CCET), un programa que invita a los principales exponentes de la literatura
nacional y extranjera.
Y para
culminar su visita, el jueves estará en
Café Paradiso conversando sobre su vida literaria y su poética, además se
hará acompañar de otro invitado internacional, el fotógrafo mexicano Pascual
Borzelli, de quien se inaugurará una exposición fotográfica en el Museo del
Hombre Hondureño.
Al término
de su presentación en la UNAH, indagué de manera breve en Canfield:
¿Qué la motivó a
aceptar la invitación de venir a Honduras?
La primera
motivación fue que nunca había estado en Honduras y quería absolutamente
conocer este país, al cual me han ligado algunas amistades de muchos años. Mi
primer amigo, un estudiante universitario, era hondureño, y fuimos muy amigos
los dos años que estudiamos juntos y obviamente él me hablaba mucho de
Tegucigalpa; una cosa así, un recuerdo mío, autobiográfico. Luego, escritores
que he conocido, entre otros Rigoberto Paredes, con los cuales mantenía un
contacto epistolar y nos veíamos en festivales y demás, por lo tanto acepté con
muchísimo gusto la invitación que me hicieron.
Ahora, ¿cómo
empezó a indagar en los demás poetas y escritores, paralizando a veces su propia
creación?
Creo que
estudiando la literatura, algo que me apasionaba desde muy jovencita, me di
cuenta de eso; también las asignaturas de literatura del colegio me indujeron a
saber que una cosa era leer y otra cosa penetrar el texto, entonces eso me
llevó a entender mejor. Por ejemplo cuando leí las Églogas de Garcilaso de la
Vega, descubrí que detrás de todas esas palabras había todo un mundo que no era
fácil de ver a través de una primera lectura. Así, mi pasión y curiosidad me
fueron guiando al estudio de la historia y de la lengua, de las relaciones
sintácticas, del ritmo y de la música, que también lleva un significado en la
poesía y en la literatura en general; en suma, tratar de entender lo que te
crea fascinación te crea un encanto, es decir, tú no has entendido todo hasta
ese momento inmediato a la primera lectura.
Durante la inauguración de la Semana Alicanto en el Auditorio Juan Lindo. |
Ya habrá leído
autores hondureños, claro… de estos, ¿a quiénes ha analizado y criticado
literariamente?
Estoy
pensando en hacer, precisamente, un análisis
más profundo de la obra de Rigoberto Paredes, no obstante, hay otros
autores que estoy tratando de focalizar en este momento, inclusive, poetas muy
jóvenes como (Néstor) Ulloa; me interesa mucho su poesía; Rolando Kattán, a
quien ya conocía. Después de esto, ver qué distingue esta poesía, más clásica
de mediados de siglo de la actual. Creo que hay varias cosas que las
distinguen, me interesa seguir adelante, qué la conecta con el resto de la
poesía centroamericana.
Así concluyó
el abordaje de Martha Canfield, quien viene a llevarse impresiones tanto del
país en sí como de la literatura nacional. Conviene mencionar también la labor
que ejerce Borzelli, quien retrata a los poetas y escritores a su paso por
Honduras.
Estas
tomas, como se mencionó, estarán expuestas al público a partir de este viernes
26 de febrero en el Museo del Hombre Hondureño, asimismo, este señor “que hace
con la cámara lo que los escritores con la pluma”, según su frase, llevará la
memoria y la publicará en su portal digital Borzelli Photography.
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