[Yunta de luz]

Adriana Lugones imagina y presenta a las distintas habitantes del burdel. Las retrata bellas e ingenuas con su sexualidad a flor de piel.

 La radiante anémona
al cielo esplendor compra
y en su cara lo pone

Cada día
cada noche
arriba
la espera el cosmos
dialogan.

Los que la ven
al contacto de su belleza
se paralizan
en racimos de ebrios números
desgajan
en el aire se disipan
en vuelo de naipes
estallan en mudas
figuras geométricas
blancas
amarillas
rojas y azules
ella no lleva ojos
sino soles
no ríe
estampidos de sonrisas ejerce.

Con ambos atributos rechaza
un limpísimo y suave
rocío de luz


15 de mayo de 2014.

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