Honduras: "Ahora a cualquier cosa le llaman película", Roberto Budde


Roberto Budde dirige el Departamento de Cine y Audiovisuales de la Dirección Ejecutiva de Cultura y Artes desde hace tres años. Habló de su experiencia al Buzón de Rodriguedades.

“Cuando llegué, el Departamento estaba totalmente saqueado. Es una costumbre del empleado del Estado que, cuando se va, se lleva todo. Sustrajeron memorias de computadoras y el archivo de las películas”. 

Este pequeño recinto cinematográfico se encuentra dentro de la Biblioteca Nacional Juan Ramón Molina (Binah), en el centro de la capital de Honduras. 

Desde allí, Budde y su equipo procuran conservar lo que él mismo llama “patrimonio del pueblo”.

“Trabajamos prácticamente con las uñas. Nuestro objetivo es proyectar películas con un contenido social e histórico a escuelas y colegios. Estas nos llegan de Rusia, Francia e Italia”.

Uno de los segmentos de la Binah ha sido dispuesto para que los amantes del cine lleguen en horarios de diez y dos de la tarde a ver las proyecciones de largometrajes de directores latinoamericanos, norteamericanos y extranjeros.

 “Por ejemplo, los muchachos de Casa Alianza vienen por lo menos tres veces por semana y les ponemos películas sobre migración, a fin de crearles consciencia”.

Todo este montaje que pareciera fácil, pero que no lo es, no hubiera sido posible sin el ahínco de Budde, quien manifiesta que no cuenta con presupuesto y que todo corre a cargo de algunos empleados que hacen juntos “la cabuda”.

Es evidente, vale decirlo, que por años el arte y la cultura hondureños han sabido sobrevivir a la involuntad política, que no destina presupuesto a este sector.

“El objetivo del Departamento es ayudar a los jóvenes videastas y cineastas a producir videoclips y cortometrajes; ellos traen sus guiones y nosotros los revisamos”.

En esta última década, el cine hondureño ha producido más de una decena de películas y cortometrajes con diferentes temáticas, algunas de las cuales han trascendido la geografía nacional.

Sin embargo, Budde expresa que en el país existen personas que se consideran grandes cineastas y no es así. 

“Ahora a cualquier cosa le llaman película, cualquier cosa es una obra de arte para ellos; el cineasta hondureño debe ser consciente del trabajo que está haciendo”, finaliza Budde, haciendo alusión a la humildad que debe prevalecer. 

Exposición de fotografías en homenaje a escritores y poetas hondureños

Hace una semana se instaló un “collage” de fotos en honor a diversos escritores y poetas hondureños en uno de los módulos de la Binah.

Referida exposición, que en primer lugar es un homenaje a Rigoberto Paredes, según Roberto Budde, estará hasta el 10 de mayo, posterior a esta seguirán actividades calendarizadas.

Entre los autores hondureños presentados en los murales se hallan a Juana Pavón, Roberto Sosa, Enrique Ponce Garay, Pompeyo del Valle, Rafael Murillo Selva, asimismo a la poetisa Amanda Castro y al popular Teofilito, entre otros.


Su autor material mencionó una anécdota, y es que las personas que llegan a visitar la Biblioteca y que de paso se quedan apreciando las fotos, se las llevan a sus casas, por lo que esto le genera pérdidas a Roberto Budde.

“A mí me gusta, porque pienso que de alguna manera valoran mi trabajo, no les puedo poner plástico o vidrio porque no tengo dinero”.
En Honduras dedicarse al arte es un desafío. Solo cada persona en su mundo artístico conoce cuáles son los obstáculos a los que debe enfrentarse para ver publicado su libro, vendido su cuadro, etcétera.

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