El lunes
reciente fue presentado «Cabeza de sol»,
origen y manifiesto de trece voces que encarnan la tercera generación de poetas
del Valle de Aguán. Este libro aparece como resultado del esfuerzo de la
comisión Lo esencial de la UNAH—TEC
dirigida por el doctor Jacobo Paredes Heller.
El taller
duró más de seis meses y estuvo a cargo del poeta Livio Ramírez, quien expresa
a propósito lo siguiente: «Más allá de la
naturaleza polifónica, multitemática y propositiva, esta obra reafirma el
talento poético y la vitalidad estética que caracterizan a Olanchito, llamado
con acierto, ciudad de la palabra.»
Y
continúa: «Aquí está una nueva generación
que da continuidad a la metapoética fundacional de los años setenta (Quezada,
Ramírez, del Arca) y que asimismo asume la discursividad de Sorto, Escamilla,
Martínez y Cafoll, durante los noventa.»
Entre los
seleccionados en esta antología se encuentran Mauren Romero, Mario Jean Carlos Cruz Vázquez, Jorge Morel, Delmy
Pamela Sánchez, Rosa Reyes y Nataly Cortés.
A este
efecto, hay valorar también el apoyo que brindó el poeta Heber Sorto al
proceso, quien entregó su tiempo y se involucró en diversas actividades.
A
continuación, una probada de este libro:
NO SÉ
Mario Jean
Carlos Cruz Vázquez
No sé
mirar besos en los semáforos en rojo.
No sé
cruzar la calle contigo sin darte la mano.
No sé si
existo desde que desperté tras soñar contigo
/y estabas
ahí.
No sé
fingir que tú y yo no sabemos más de nosotros
/que todos
ellos.
No sé qué
hacer con este miedo.
No sé
dejarte ir sin amarrarme a tu ausencia.
No sé cómo
no intentar que sucedamos si yo pase
/lo que
pase
no sabré
vivir sabiendo que existes y que no llegarás
/a pasar.
Solo sé
que eres mi única certeza,
y que
sería capaz de probar tu existencia antes que
/la mía.
PERSONAJE
Jorge
Morel
Solo como
la noche en el cementerio
te busco
en los abismos del cielo
donde las
águilas se suicidan en tu nombre
donde los
delfines emigran al desierto
donde un
dragón desgarra el cielo
donde un
lobo ciego se traga la lengua.
Yo sudo tu
aliento sagrado
temo
morderme este corazón de greñas al aire
seguir
descalzo entre las espinas
que el
dolor me resulte alivio
y así
verte como una alucinación de alcohol.
Como un
pez en un cráter
como un
ángel de alas mutiladas
como
invisible eres en los espejos
o como subir
por tu trenza a la luna
Mis huesos
secos
buscan tu
carne
eres la
sangre lloviendo en mi copa
mis venas
son túneles
por donde
circula este espanto.
Mientras mis
manos se enamoran como palomas
yo ya no
sé si soy hombre o animal
pero igual,
muero de la misma forma.
PERSIGUIENDO
Delmy
Pamela Sánchez
Correr
sin
caminar primero.
Perseguir,
perseguir
el sol,
perseguir
la vida que se alarga
a sí
misma.
Pero sobre
todo,
perseguirme,
nombrar a
las nubes que corren conmigo,
nombrar a
las aves y al cielo
que
surcan.
Nombrar mi
camino,
nombrarme
a mí misma.