Uno hace versos y ama…
Roque Dalton
Uno hace versos y espera que el dolor nos desgaste
entre la rueda del hambriento y una piedra en que sentarse
matar la cara unotra con epístolas salvajes ardiendo
con sus manzanas entre las monolexías de estas hojas erráticas
y solitarias
uno hace versos y enfila hacia la cólera animales nubes
violines ay retruécanos blandos quemados por la
convulsa mitología del sueño
humedecer de páramos la infancia abandonada de estas aisladas
bóvedas que niegan y niegan sus ruidos en lo
impalpable a mitad de su juicio
la preñez de los espacios las monografías el espanto tan
duro de olvidar porque estas piedras del olivo han quedado
sobre los muertos
uno hace versos y entibia de amor cuando la sangre engulle
sobre los bosques o vuelve de terco fragor
hacia las olas
álamos y desórdenes quedan lejanos de sostenes fúnebres
sobre las amalgamas que ceden aunque resulte en la
tenue huida de estos ojos como si el mundo ya no pudiera
ser contemplado
sólo a veces uno es lo que escribe y lo sabe
esto acabado de hacer entre los espesos latidos del tiempo
EPITAFIO
Viví de tal manera
con
tanta furia
entre los bosques límite
de estas piedras
dicho ya contra la muerte
con
la sangre
para escribir de cuántas bestias
tanto olvido
y así morirme miríada de veces
ya
lejos del tiempo
la memoria…
CÓDICE
Escribí este libro sordamente
para no morirme
hace tantos siglos
este es su lugar coraza
de país que arde
todo tiempo un día
desolado junto a mi casa
¿qué caminos son estos?
escribí este libro entre los árboles
fresca lluvia de fonemas
el dolor que sufriría solamente
de no existir
de no llamarme Felipe Rodríguez
pudriéndose entre los nudos del tigre
o ilesos amasijos rodeados de espanto
el dolor de este libro sería el mismo
como mi sangre casi nula
incombustible
caída a metales entrándose sobre esta página:
poema terco macho hembra
poema errante
follaje miríada de memorias
poema incorpóreo
deconstruido
poema sin embargo
apenas baluarte de la cólera instrumento
onírico
poema indisoluble
ecuación de ningún canto
poema amorfo
animal bajo amenaza
odiarás cómo se siente el alma odiarás de qué manera espesa su
rocío anónimo de
furia entre estas ruedas que no
se detienen
odiarás el tiempo la
duda del tiempo
odiarás su medida la
ubérrima tablilla
odiarás la tinta los súbitos naufragios del fuego
pero nadie ha muerto
estás vivo no te
falta nada
este libro trabajo de todas las gentes escrito a cada momento
interminable daría sombra
espalda
turbia de hielos plomo
de triángulos
consumable haría si aquellas ráfagas o bueyes volvieran padre y
madre
tónico estruendo
te escribiría de nuevo
encarnarías de nuevo
la verdad
desafiándote
mitología hoguera
escribí este libro como un espejo como a una incandescencia
lo puse una noche sobre mi mesa
quise amarlo
justificarlo
y así creer que dije algo
testigo de fatales condiciones
decidí escribir un poco
despuntar contra el sueño las piedras que te sostenían
o los ojos que te hicieron
la edad el pulso
para verte vivir
crecer
como a un hijo
purísimo…