"Honduras es un terreno muy fértil para hacer cine", Laura Astorga


  Laura Astorga Carrera, cineasta costarricense, estuvo en Honduras como jurado en el II Premio a la Comunicación que impulsa Oxfam; en ese sentido, ambas partes acordaron realizar un laboratorio de cine a fin de motivar a la comprensión de las técnicas y herramientas elementales de actuación frente a cámara.
  Asimismo, la coordinación del taller estuvo a cargo de la Escuela de Periodismo de la UNAH. Luego de culminadas las clases, le pedí a Laura algunas opiniones sobre el cine centroamericano y sobre todo, el hondureño.

Oxfam. mediante Laura Astorga, proveyó el laboratorio.

¿Cuál es su percepción del cine centroamericano a partir de su vasta experiencia?


  Tengo en mi poder un mapa político del cine latinoamericano y en específico uno de Centroamérica, donde aparece para cada país un status diferente. A nivel de contenidos quien más los ha desarrollado es Costa Rica, si hablamos de Centroamérica continental; sin embargo, eso no significa que los contenidos que ha desarrollado sean necesariamente de gran impacto; su impacto ha sido más local, pero es el país que tiene más referencias en cuanto a cómo hacer cine. Luego está Guatemala que es el que más práctica ha realizado, es decir, técnica.

¿Se debe prescindir del teatro y la farsa al llegar al cine? 

 

  Yo no lo pondría así; para mí depende de la necesidad del guion, es decir, no se debe prescindir de actuar teatralmente como cuando el personaje o la historia lo ameritan; tampoco sirve no hacer farsa cuando hace falta hacer farsa y es un requerimiento del guion. En realidad lo que tiene el cine es que hay que desarrollar una gran capacidad adaptativa, una gran capacidad de improvisación; esa sería la clave, y estar dispuesto a hacer cualquier arreglo en el personaje para poder cumplir con la historia.

Nora Sagastume, de Oxfam, estuvo al frente de la logística del taller.

¿Cómo dar el salto del teatro al cine?


  Pues, para mí solamente se puede hacer stalkeando a los productores de cine (ríe), persiguiéndoles y pidiéndoles castings…

Su sugerencia para implementar políticas de apoyo al cine hondureño, a partir del conocimiento que tiene de éste.


  Bueno, por ejemplo Honduras es uno de los países que en mi tabla de políticas de cine para Centroamérica es de los que más bajo está junto con Belice y Nicaragua. En cambio El Salvador, Guatemala y Costa Rica están en una mejor situación. Y lo que he descubierto, no específicamente en Honduras, sino en todos los países del istmo, es que si el Estado aporta un 50% del presupuesto del proyecto a través de un ministerio de cultura o universidad, sea éste apoyo bajo una ley, un concurso o un fondo, el resto se consigue con aportes privados.

Laura da indicaciones a los actores durante el montaje de escenas.

Costa Rica ha desarrollado muchos procedimientos para producir contenidos, ¿cómo lo ha sido el proceso?


  Costa Rica no es el que más invierte en cine. Ha desarrollado muchos buenos contenidos, pero no de alto impacto. Por ejemplo Guatemala, que venía desarrollando un contenido intermedio, pero mucha práctica de cine, o sea, muchos técnicos, mucha gente alrededor de Casa Comal aprendiendo cómo hacer cine, de pronto lanzó un contenido como el de Ixcanul, o los contenidos que tiene Julio Hernández que son muy potentes; es decir que Costa Rica no tiene muy desarrollado eso de los contenidos súper potentes, pero sí posee muchos contenidos. Ninguno de los dos invierte en cine; son países que tienen acuerdo con Ibermedia, pero digamos que eso es un acuerdo internacional; dentro del país no hay inversión en cine, y se diferencian por eso: Costa Rica genera contenidos menores, Guatemala grandes contenidos.

En el Aula 120 de Periodismo se improvisó un estudio de cine.

¿Existen en Costa Rica escuelas o asociaciones que formen actores de cine?


  No, eso no existe en general. De hecho, a veces no se usan actores sino gente normal. Ésta se acerca a los actores y a veces no funciona la alianza, en fin… Eso no está tan desarrollado, pero sí creo que la gente que quiere actuar puede meterse en todo tipo de clases y preparaciones. Una cosa que recomiendo para todos son las ligas de improvisación teatral, que es como un juego actoral, donde los actores tienen que cambiar de personajes; son cosas como deportivas para actores, y eso funciona muy bien para cine.

¿Cuál es su conclusión luego de finalizada esta experiencia en Honduras?


  Hay varias cosas. En general lo que me impresiona de Honduras es que tiene una gran audiencia para ver su cine. Me explicaba Ana Isabel Martins que la gente asiste al cine sólo por el hecho de que ha sido hecho en Honduras, fenómeno que en el resto de Centroamérica no existe. Otro país que vive similar situación es República Dominicana, donde la gente persigue su cine, está deseosa de ver su cine; en el istmo es todo lo contrario: hay rechazo al cine nacional; entonces este dato curioso resuelve una parte muy importante de la película que es su etapa de distribución. De ahí, reconstruir las partes del origen del cine, de cómo crear una película, de cómo que sea de alto impacto, de cómo que tenga un buen contenido que guste, que haya un autor, autora, etcétera, no me parece tan complicado: siento que hay un terreno muy fértil para hacer cine acá.
 
Una de las escenas llevadas a cine por parte de los estudiantes.
   
Es destacable la iniciativa tanto de Oxfam como de la Escuela de Periodismo de la UNAH de procurarles a los estudiantes herramientas integrales a su educación. En este taller hubo no menos de 20 estudiantes de la carrera, la mayoría perteneciente al grupo teatral conformado por los futuros comunicadores. 

Se montaron dos escenas diferentes durante el taller que dirigió Astorga. Fotografía: Yonny Rodríguez.

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