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Foto | Cortesía La Sonrisa del Gato |
Kike García | El MundoToday
Tres presuntos miembros de un grupo de estudios nietzscheanos fueron detenidos este martes en Ciudad Universitaria cuando planeaban socavar los cimientos del platonismo.
En el segundo piso de la Escuela de Letras de la
UNAH desde donde operaban, se encontraron esbozos de argumentos y silogismos
con suficiente capacidad para armar una hecatombe que podría repensar los
principales dogmas del platonismo clásico.
De acuerdo a la policía, el material del que
disponían los estudiantes era muy contundente. “Algunos de los argumentos eran brillantes. De hecho, uno de los
primeros agentes de la Policía en irrumpir en el piso leyó de reojo uno de los
silogismos y al instante renegó del mundo de las ideas y de la idea
del bien en sí”, declaró el sargento Machaca.
Destacando que casi toda la filosofía occidental tiene su base en el platonismo, se estaría hablando de un grupo terrorista con
mucha capacidad destructiva. Se calcula que la onda expansiva podría haber
llegado hasta la redacción de la revista estadounidense “Philosophical Review”, donde probablemente se habrían visto
obligados a publicar una reseña de sus brillantes argumentos.
Las dudas sobre qué pretendían hacer los detenidos
son muchas, aunque al parecer se preparaban para un atentado inminente. “Sospechamos que planeaban irrumpir en la
carrera de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, alegando
argumentos para demostrar que el platonismo es un paradigma filosófico basado
en una desconfianza irracional hacia los sentidos”, explicó otro agente de
la Policía Nacional.
El grupo cree que el platonismo ha
provocado que toda la filosofía occidental parta de la tesis del dualismo
“cuerpo-mente/mundo-ideas” que en última instancia ha conducido al
cristianismo y ha provocado cierta tendencia anticientificista en el humanismo
europeo.
Además del conjunto de argumentos, el grupo tenía suficientes libros de Nietzsche “como
para convencer a todo un bús”. Machaca aseguró que, mezclados con algo
de Schopenhauer y algo de metralla aristotélica, los ejemplares podían llegar a
ser muy destructivos, y fuentes de la lucha antiterrorista insisten en que,
casi con total seguridad, en las viviendas había más libros de Nietzsche que los
arrestados se comieron antes del registro para deshacerse de las pruebas al
grito de “lo que no me mata me hace más
fuerte”.
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