Ojojona como experiencia turística incuestionable

Bocaminas de Guazucarán. Noé Varela (2017).

Ojojona y su creciente industria turística ya están preparados para recibir miles de visitantes durante el cálido feriado de Semana Santa. Llegan de todas partes y traen como objetivo central estar en Ojojona para retratar la monumentalidad de sus edificios como medio de prueba de su presencia.

El viajero tiene una idea de cómo es el pueblo, maneja una imagen mental, un conocimiento previo, pero para que esa imagen mental se concrete es necesaria la presencia física del sujeto en el lugar.

Para acercarnos a la predilección de los turistas por el municipio, hicimos el experimento de escribir las palabras Ojojona y turismo en Google para ver cuáles son las búsquedas sugeridas. El resultado fue una cantidad excesiva de retratos de las iglesias y la alfarería inmortalizadas en la memoria personal desde diversos puntos.

A partir de allí, cabe preguntarse, ante tantas fotografías en internet, ¿qué hace que los turistas fotografíen una y otra vez las iglesias y los artículos de barro?

De modo que la gente quiere capturar la imagen que tiene de Ojojona, es decir, su “ojojonidad”, representada en estos casos por las casas antiguas y su industria alfarera. En resumen, se podría decir que la gente piensa que el pueblo es laborioso y muy espiritual.

Si bien desde su posición el turista ve lo que quiere ver, es necesario empezar a desplazar ese imaginario colectivo hacia puntos como las Minas de Guazucarán, la gastronomía, la tradición oral y el Guancasco, en otras palabras, buscar hacer más turismo rural y cultural.

Ojojona no sólo es artesanía ni edificios. Esa es una opinión creada por la experiencia turística a veces inconsciente de la formidable riqueza cultural que el pueblo ha logrado conformar y mantener por más de 500 años.

Como es evidente, tanto gobiernos locales como medios de comunicación no han sabido mercadear las otras bondades que posee este sitio. Urge entonces una agresiva campaña publicitaria que explote el turismo más allá del Centro Histórico.

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