El mausoleo bajo el cual fue sepultado Rubén Darío. |
Este día arriba a su centenario luctuoso el poeta nicaragüense
Félix Rubén García Sarmiento, más conocido artísticamente como Rubén Darío, quien fuera el máximo
impulsor del movimiento literario modernista.
En tal punto, Nicaragua, tierra que lo vio nacer y morir, lleva a cabo a
lo largo del todo el año un conjunto de
actividades alegóricas al paso a la inmortalidad del bardo.
La importancia de Rubén Darío en el pueblo nicaragüense,y en los que
gustan de él, radica justo en el hecho de haber sido quien pusiera a la nación centroamericana ante los ojos del mundo.
Por esa y otras razones, desde la
Asamblea Nacional y artistas de todas las disciplinas hasta académicos e
investigadores, se han unido a esta empresa de celebrar tanto un año más del
nacimiento como del cumplimiento del primer centenario de la muerte del poeta
nacido en Metapa, hoy Ciudad Darío.
Dentro de toda esta conformación dariana
que se ha venido configurando durante años está el recién pasado Simposio Internacional, que se realiza
desde hace 14 años a mediados del mes de enero.
Ciudades como León, su morada, Ciudad
Darío, Granada y Managua han llenado de objetos, textos y todo tipo de
manifestaciones que tengan que ver con esta efeméride.
A propósito del centenario dariano, Buzón de Rodriguedades entrevistó al
bisnieto del poeta, Rubén Darío Lacayo.
Cuénteme,
¿cuál es su filiación con Rubén Darío?
Vengo de la línea de Rafaela Contreras Cañas, hija del orador hondureño
Álvaro Contreras Membreño; él era mi tátarabuelo.
¿Qué
reacción tiene de la conmemoración del centenario luctuoso del panida?
Siempre es una felicidad venir aquí, mi espíritu se alegra y mi mente se
serena, puesto que siempre mantengo respecto a mis ancestros, que son los que
me han dado la vida.
Rubén Darío IV, entrevistado durante unos de los actos de homenaje a su tátarabuelo. |
¿Cuáles
son los homenajes personales que le hacen como familiares?
Los homenajes son año a año, asimismo el mundo lo honra para recordar
que fue un símbolo intelectual y literario; viajó por el mundo para aprender y
al mismo tiempo para dar lo mejor de él.
Por su parte, María Manuela Sacasa,
presidenta del Instituto Cultural Rubén Darío de Nicaragua, expresó que un
gran regocijo embarga a los nicaragüenses a raíz del cumplimiento del primer centenario
del paso a la inmortalidad del Modernista, puesto que“hombres como estos no mueren; traspasan el plano de vida para seguir
guiándonos”.
Nicaragua exalta grandemente a Darío; se debe a él en gran parte, por lo
que sus homenajes van desde diversos epónimos, realización de actos culturales,
publicaciones de sus libros, antologías e investigaciones, pasando por el
establecimiento de bibliotecas y salones darianos, asimismo, centros
culturales, hasta la creación de concursos, encuentros y programas radiales.
Sin
duda, un gran acontecimiento el que vive
la vecina nación y no menos, América y el mundo, ya que el poeta
panhispánico cruzó tantas fronteras y le dio al continente un movimiento nuevo,
del que estaba ávido, a razón de que el yugo
artístico siempre estuvo a cargo de Europa, no obstante, con el surgimiento del
Modernismo, la importación de formas técnicas y estéticas cesó por un momento y
el viejo mundo, ante tal acontecimiento, lo heredó.
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