ENTREVISTA│Cariqui, un artista callejero crítico

Grafiti respectivo a los constantes incrementos de los combustibles en Honduras.

YONNY RODRÍGUEZ │ Estelí

Sin duda, todos habremos visto en puentes, paredes y muros capitalinos los grafitis firmados bajo el seudónimo de Cariqui, figuras que con un toque de comedia sacan una sonrisa en medio de la frustración en Honduras.

Cariqui ejerce su pensamiento crítico desde el entorno urbano, un acto por demás comunicativo, un discurso pictórico diferente al que estamos acostumbrados a recibir del régimen mediático, una especie de interrupción a lo que parece establecido, en sí, una representación cultural, social y política.

En este marco, días atrás el Blog de Cultura sostuvo una entrevista con él para conocer más sobre el trabajo que realiza. A propósito, estas fueron sus respuestas.

¿Qué significa el seudónimo “Cariqui”?

Desde que tengo conciencia de mi existencia me dicen así. Según recuerdo mi hermano mayor me decía caricatura, porque desde pequeño dibujaba mucho. Ese nombre evolucionó hasta Cariqui.

Si partimos de que el arte es una manifestación humana, ¿cómo se da particularmente en vos el descubrimiento?

En particular, la mayoría de mis obras están inspiradas en lo acontecido en mi persona, en la gente más cercana como amigos y familiares; conocidos que me cuentan lo que les pasó, por ejemplo, que los asaltaron a ellos o a un familiar, o que no encuentran trabajo, de igual forma, en las alzas del combustible, lo que supone otros problemas como la subida del precio del transporte o de la canasta básica. Entonces, a partir de todo eso tomo la mayoría de los temas para mi trabajo artístico, porque estoy completamente convencido de que, si el arte no dice nada, no es arte. Siempre me gusta dejarle un mensaje claro al público, de una manera jocosa, incisiva, contestataria.

¿Qué te motivó o inquietó para construir street art?

Pura curiosidad. Después de hacer un trabajo con aerosoles en 2007, sobraron muchas latas de pintura, entonces las tomé para pintar algo dentro del taller. El resultado quedó respetable para ser primera vez. Luego de eso decidí hacerlo en la calle, y ahí comenzó todo esto. Con el tiempo conocí nuevas técnicas y movimientos de arte urbano que se encargaban de increpar a la sociedad.

¿Qué procedimiento seguís para hacer un grafiti?

Pues, lo primero es tener una idea básica de lo que se quiere lograr. Fijate que en la mayoría de veces el spot, el lugar, la pared, dictan cuál es el tema que debés tocar en él. Normalmente se hacen todos los bocetos, las ideas que se te ocurran y ellos te dicen cuándo deben ser pintados; a continuación, hacés un recuento de todos los lugares que están disponibles y uno, el artista, elige el mas idóneo para la temática a tocar.

¿Qué tipos de pinturas se utilizan en el arte callejero?

Pues, la experiencia me dice que todas las pinturas son utilizables. Hay artistas internacionales que utilizan todo: el hilo, la basura y los pinceles. En Honduras todos los artistas urbanos trabajamos con aerosol del más barato, puesto que este es un trabajo por el que normalmente nadie te paga un lempira por hacerlo, no aparece alguien que te dice “tenga equis cantidad de dinero para que siga haciendo arte”. Hoy en día ya existen en el mercado hondureño dos marcas de pinturas diseñadas específicamente para el arte urbano, y aunque son bastante más costosas que las normales, su calidad y durabilidad es mejor.

La mayoría, si no todas tus obras, denuncian decisiones y acciones políticas y el estado de las cosas en el país, ¿por qué, con qué fin, partiendo de la pasividad de la gente?

Con el fin de llamar la atención a la población en una problemática específica a fin de que no sean simples espectadores, sino actores de un cambio, ¿cómo? empezando por lo más básico. Si Cariqui fuera japonés u holandés, seguro estaría haciendo Hello, Kitty o pintando tulipanes, pero tocó nacer en esta patria donde, si bien es cierto los políticos no son los causantes de la mayoría de nuestros problemas, no hacen su parte para que Honduras cambie, pues son los llamados a realizar mejoras en educación, salud y seguridad.

Placazo que denuncia las acciones del alcalde capitalino "Tito" Asfura.

Desde finales de 2014 la Alcaldía está empecinada en borrar los trabajos que se dejan plasmados en muros y paredes, ¿cómo hacés para seguir pintando?

Cada uno de los artistas de Tegucigalpa lo ha tomado de diferentes maneras, unos simplemente dejaron de pintar, otros, en tanto, solamente pintan en lugares que han sido destinados para esto, sin embargo, son sitios sesgados donde no se pueden pintar ideas libremente, menos en espacios privados, pidiendo permiso o no. En mi caso, lo primero que hice fue pintar menos en Tegucigalpa y más en otras ciudades de Honduras, también he pintado mis ideas propias en zonas como los parques de grafiti o tomando simplemente espacios privados, donde soy libre de hacer lo que quiera.

¿Recibís alguna remuneración por este servicio social o sólo responde a la necesidad de expresar tu desacuerdo, la búsqueda de tu yo artístico, tus emociones?

Hacer grafiti me llevó a conocer el amor por el arte, conocer personas que les gusta mi trabajo, escucharlos hablar de él aunque no me conozcan; siendo romántico, ese puede ser un pago para un artista como yo. Así, todos los materiales que empleo en mi trabajo como artista urbano son los sobrantes de trabajos pasados o compras hechas desde mi bolsa.

En Honduras no se vive del arte, por ende, cuando no estás pintando, ¿qué hacés?

De todo un poquito, es realmente difícil vivir del arte, pero no imposible; lo difícil es entrar a ese círculo de artistas cotizados sin prostituir tus ideas.

¿El arte que se deja en las paredes debe cumplir con requisitos y lineamientos estéticos o simplemente crear impacto visual y reflexivo?

Creo que debe cumplir los mismos requisitos estéticos que los de una obra que va a estar expuesta en una galería. Estoy en desacuerdo con trabajos faltos de técnica o copias de artistas extranjeros.

¿A qué hora pintás, lo hacés ilegalmente o pedís permiso?

Depende de la pared, si la pared está abierta y hay otros murales en la pared, definitivamente no. Por lo general pinto los domingos por la mañana o cuando hay algún partido de fútbol. Ahora bien, si es necesario pedir permiso, lo hago, por esa razón siempre cargo un cuaderno de dibujo con la idea básica a trabajar, se la muestro al dueño de la pared y listo.

¿Cuál es tu filosofía de vida en el arte? ¿estás de acuerdo que el arte, y no el fútbol, es quien mantiene en pie al país?

Posiblemente en unos cientos de años Pablo Zelaya Sierra sea olvidado, caso contrario, el de Wílmer Velázquez...

¿Qué opina la comunidad artística hondureña de tu trabajo?

La verdad nunca escuché a uno de los maestros del arte plástico hondureño hablar de mi trabajo. Me gustaría saber qué piensan; a partir de eso se puede mejorar.

¿Tenés especial aprecio por alguna de tus obras?

Todas son como hijos míos, unas con mejores rasgos que otras… aunque hasta ahora hay una que más me ha gustado; era el retrato de una señora ubicado en el bulevar Kuwáit, a la altura de un centro comercial: era la abuela de un amigo. Lo hice para un Día de la Madre sin saber que la señora había fallecido hacía poco. Cuando se la presenté a mi amigo se volvió mi favorita.

Este arte es efímero, puesto que se haya expuesto a los elementos, ahora, ¿qué pasa si te borran un grafiti, es decir, cómo hacer que perdure en el tiempo? ¿O es la fugacidad una característica del street art?

Bueno, para eso tengo una filosofía, y es que cuando termino el arte, le tomo fotografías y lo veo por última vez, pues desde que se termina de pintar, deja de ser propiedad mía y pasa a ser propiedad pública. Ya allí las personas pueden tener diferentes reacciones, desde hacer o escribir algo contiguo a la obra hasta borrarla. Pero nada supera el caso que me ocurrió en el Gracias convoca de 2015, donde, tras de terminar la obra, la borraron inmediatamente. Puedo decir que eso es lo peor que me ha pasado como artista urbano.

¿Cómo se te puede contratar y cuánto cuesta una obra tuya?

Depende de lo que desee el cliente.

¿Querés decir algo más sobre tu trabajo como artista?
Ninguna fotografía le hace justicia a una obra de arte.

GALERÍA


Besos.

Cada quien carga su cruz.

Este grafiti estaba en las paredes del aeropuerto.

Las cosas al revés.

Se denuncia a los políticos nacionalista.

Aquí el corcho es el que se hunde,

Gato sicodélico.

¿God save the street art?

Récord Guinness.

Honduras mundialista Brasil 2014.

La palillona del IHSS.

Pez gordo.

Pizza attack.

Una señora que evoca el respeto.

La tasa municipal a los artistas.

A propósito de la Teletón, un grafiti derivado de un Bansky

Vomitivo.

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