Abandono| La Casa de la Cultura de Ojojona ya lleva dos años cerrada

  Muchos municipios de Honduras anhelan con fervor tener un espacio donde realizar sus actividades culturales, sin embargo en Ojojona se da lo contrario: posee una Casa de la Cultura, cuyas instalaciones se utilizan para eventos nada relativos al arte y la cultura.
  La institución debió funcionar desde octubre de 2013, cuando fue inaugurada y entregada por la Cooperación Española. 

A un costo de más de dos millones y medio fue restaurado y convertido en Casa de la Cultura el antiguo Telégrafo.
  Vale mencionar que este inmueble reviste importancia, dado que en él funcionó hasta bien entrado el siglo XX el Telégrafo Municipal. La iniciativa de un espacio consagrado al disfrute de las artes y la cultura estuvo a cargo de una serie de gestores, que con el pasar del tiempo se preocuparon por  costear los planos.
  No fue sino hasta el 2012, cuando la Cooperación Española puso los ojos sobre el Centro Histórico de Ojojona, y, asimismo, vio que era realmente necesaria la conversión del antiguo Telégrafo en la Casa de la Cultura Municipal.

La fotografía habla mejor las palabras. Hay hambre de cultura.
  El coste total de la restauración del edificio supera los dos millones seiscientos mil lempiras. A este se le construyó un anexo con buen criterio arquitectónico, que no difiere de su estilo original.
  Su parte más antigua es tradicional, es decir, techos de tejas, paredes de adobe y ventanas de madera a la usanza de la época.
Toda esta inversión de dinero y tiempo todavía no produce lo esperado. Y es que hay que resaltar que en Ojojona sí hay artistas comprometidos con su quehacer; otros, en vez, son ocasionales. No hay colectivos artísticos que deseen con ardor y consciencia reclamar este espacio del que son garantes, que saben que les pertenece por derecho.
  Me atrevo a decir que si a lo sumo se realizaron cinco actividades artísticas en la institución durante los ya casi tres años, fueron demasiadas. Sí, es para lamentarse.
  Hubo en la antepasada feria una breve lectura de textos con referencias poéticas, una exposición de pinturas de un artista local; en un par de ocasiones pude ensayar teatro con los alumnos del colegio y paremos de contar.
  No obstante, justo en aquel no tan lejano 2013, a escasos días de haberle sido entregada al pueblo la recién nacida Casa de la Cultura, se instalaron pantallas y proyectores en el salón principal para ver un partido de la selección hondureña de fútbol, que para entonces disputada sus últimos juegos antes de asistir al mundial del año siguiente.

Un interior con palcos y exquisitas afiches a los que no se les saca provecho.
  Ese sería el punto de partida del actual conjunto de actividades que mantiene la flamante Corporación Municipal de turno, que no conoce en absoluto de cultura, y si tiene conocimiento, lo ignora porque no le devenga ingresos.
  En la Casa de la Cultura se realizan bautizos y bodas los viernes y sábados; sesiones de Corporación, reuniones de directivas, de patronatos, de campeonatos y cualquier otra que no produce ningún beneficio a la cultura.
  Tan atrasados están los gobernantes locales que piensan que el turismo, montar, por el compromiso de la tradición, dos estériles ferias al año o que tener 36 edificios de valor patrimonial es cultura. Siguen en la creencia de que por antonomasia Ojojona atrae turistas que vienen a llevar artesanías. No, todo eso solo es parte de toda la conformación cultural de un pueblo.

Espacio destinado a la Biblioteca Municipal, que permanece cerrada también.
  Cualquier persona puede visitar Ojojona un día; elegirlo al azar. Se va a encontrar con la Casa de la Cultura cerrada, o por el contrario, abierta de par en par, porque dentro se realiza alguna boda o sesión. Allí mismo encontrará la Biblioteca Municipal Ladislao Valladares también cerrada, y no muy lejos, a escasos seis pasos, el Archivo Municipal.
  La situación actual de la cultura en Ojojona es lamentable. No hay voluntad gubernamental y mucho menos de parte de los propios artistas. Solo hay que partir del exilio actual en que se encuentra la institución rectora de la cultura y las artes.
  A manera de anécdota, hace unos ocho meses me presenté ante la alcaldesa municipal, Elba Rodas, para pedirle prestado un espacio del edificio en cuestión para realizar ensayos de un monólogo. La primera respuesta fue una pregunta, desde luego. Yo le expliqué, pero ella expresó que no se podía usar la Casa de la Culturaporque ellos tenían sesión. Finalmente, casi por imploraciones, me cedió el espacio de 8:00 a 9:00 de la mañana. Fui un día nomás. No pude tolerar que entrara y saliera gente que realizaría sesiones.
  En conclusión, este espacio es manejado por el partido político gobernante. Si se hace una manifestación artística, quiere crédito, sin embargo, el reflejo de su apoyo a la cultura se evidencia en el abandono de esta institución.

Hace tres años llegaron estudiantes a recuperar el Archivo Municipal.

  A hoy, la Casa de la Cultura ya cumplió dos años sin llevar a cabo una actividad. En su página de Facebook se puede observar que "alguien" comparte manifestaciones, pero en ellas esta institución no ha metido mano.
  2013, año de su inauguración, y 2014 hubo mayor cantidad de asuntos artísticos, puesto que había personal pagado por instituciones foráneas. En enero de ese mismo 2013, se conformó un nuevo Consejo Local de Cultura, que trabajó fuertemente, pero que tras asumir el nuevo gobierno local se creó un conflicto de intereses.



  Hasta ahora, y es repetitivo, no hay interesados en hacer algo por la cultura de Ojojona, es decir, por llevarla a otros niveles, ya que esta está allí, es intrínseca del municipio. De hecho. hasta se crearon catálogos y monografías, no obstante, el pueblo continúa en su letargo.


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